Hoy he renunciado al abandono y estoy dispuesto a todo… Ya lo hice una vez y ahora creo poder hacerlo…
Recordemos nuestras vidas, cuando aquel domingo nos dimos el primer besito, hicimos un pacto de palabras (yo te amo tu me amas) y aun que venga el fin del mundo… ni la muerte nos separa.
Y esas madrugadas, cuando escalabas por mi ventana, cuando mi madre buscaba el ruido tú ya estabas debajo de mi cama.
No es lo mismo hacer el sexo que te hagan el amor, mi almohada fue testigo de las noches de pasión, yo perdía el control y hasta con tu voz me excitabas, mis días amargos remediabas con una llamada.
Pero ahora, ya no hay mas noches de pasión, tu estas con ese sarcasmo que tal vez tenga nombre y apellido… Yo conozco tus defectos, y tus más íntimos secretos… Te daré un “chance” para hablar… ¿Qué pasa no dices nada?
Y ahora esta obra de teatro levanta el telón dramatizado por un hipócrita y un infeliz.
Los mejores momentos y peores capítulos de nuestra novela… de nuestra historia los viví a tu lado…
Pero ahora es difícil explicar… una llamada me ha calmado de mi furia… unas palabras han deshecho mi dolor… una sonrisa me ha dado valor…
Las musas del amor están ahora a mí alrededor… el “MASTER” ahora me guía y me ayuda a continuar… me ha salvado ya… y ahora le debo mi lealtad…
Una “raíz solitaria” es lo que hoy he aprendido y un medico me ha sanado con solo su voz…
Nunca me había preguntado ¿Qué pasa cuando la medicina tiene problemas legales o cuando la legalidad está enferma?
Espero poder entender esa respuesta… pero ahora… el corazón está siendo medicado con pastillas de comprensión, cariño, afecto… pero ¡oh por dios! un raro síntoma se ha hecho presente… el doctor ha dicho “no he dejado de verte” y el paciente solo ha sonreído…
Ese síntoma que representa doctor… ¿acaso los dos estamos enfermando del mismo malestar?
¿Nos podremos curar? O ¿acaso estamos ante una enfermedad incurable?
Un contrato lo puede todo, pero una medicina lo sana todo…
Y esto es lo primero que escribo por ti….
Recordemos nuestras vidas, cuando aquel domingo nos dimos el primer besito, hicimos un pacto de palabras (yo te amo tu me amas) y aun que venga el fin del mundo… ni la muerte nos separa.
Y esas madrugadas, cuando escalabas por mi ventana, cuando mi madre buscaba el ruido tú ya estabas debajo de mi cama.
No es lo mismo hacer el sexo que te hagan el amor, mi almohada fue testigo de las noches de pasión, yo perdía el control y hasta con tu voz me excitabas, mis días amargos remediabas con una llamada.
Pero ahora, ya no hay mas noches de pasión, tu estas con ese sarcasmo que tal vez tenga nombre y apellido… Yo conozco tus defectos, y tus más íntimos secretos… Te daré un “chance” para hablar… ¿Qué pasa no dices nada?
Y ahora esta obra de teatro levanta el telón dramatizado por un hipócrita y un infeliz.
Los mejores momentos y peores capítulos de nuestra novela… de nuestra historia los viví a tu lado…
Pero ahora es difícil explicar… una llamada me ha calmado de mi furia… unas palabras han deshecho mi dolor… una sonrisa me ha dado valor…
Las musas del amor están ahora a mí alrededor… el “MASTER” ahora me guía y me ayuda a continuar… me ha salvado ya… y ahora le debo mi lealtad…
Una “raíz solitaria” es lo que hoy he aprendido y un medico me ha sanado con solo su voz…
Nunca me había preguntado ¿Qué pasa cuando la medicina tiene problemas legales o cuando la legalidad está enferma?
Espero poder entender esa respuesta… pero ahora… el corazón está siendo medicado con pastillas de comprensión, cariño, afecto… pero ¡oh por dios! un raro síntoma se ha hecho presente… el doctor ha dicho “no he dejado de verte” y el paciente solo ha sonreído…
Ese síntoma que representa doctor… ¿acaso los dos estamos enfermando del mismo malestar?
¿Nos podremos curar? O ¿acaso estamos ante una enfermedad incurable?
Un contrato lo puede todo, pero una medicina lo sana todo…
Y esto es lo primero que escribo por ti….
1 comentario:
Las palabras más sabias y más hermosas de la vida son las que salen directamente del corazón... las que se inspiran en aquellos momentos difíciles o hermosos que el autor vive en la realidad. Son, en sí, una forma de plasmar cualquier cosa... incluso anhelos y sueños. Para mí, este poema es una estrella más en ese cielo de inspiración.
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