JeZúz...

JeZúz...
Mis muchas Caras...

sábado, 5 de septiembre de 2009

Humanos locos....

En momentos de soledad y tristeza se suele conocer a los amigos y a las personas que quieres, pero nadie me dijo que también se podía conocer el “amor”, el síndrome más raro de los humanos es aquel que presentamos cuando nos sentimos, solos, sin ganas de continuar, sin fuerzas, pero alguien aparece y te da la mano, uno por instinto de supervivencia la coge y trata de salir adelante con esa persona, pero lo más raro de todo esto es que nos solemos enamorar de quien nos está ayudando, en un inicio lo vemos como ayuda, en segunda etapa como amigo, y ya en una tercera (que no debería de pasar) como un amor.
Sabemos que existe la “teoría absurda de diferentes tipos de amor”, pero vamos; el que llegamos a sentir con la persona que nos está ayudando es un “amor” que pasa de una simple amistad…
¿Cuántas veces no nos ha pasado esto? Pues miren a mi si… la primera vez que me paso fue con un chico al cual quise, ame y adore como nadie en su momento, se llama Pablo… pero después de pasar muchas cosas juntos, la salida fue que el regresara con su ex y yo quedarme con un dolor profundo, ese mismo año me “adiestraron”, si, me adiestraron, como a un perro, aun era pequeño, no sabía mucho, solo sabía que existían los “pasivos” y “activos”, y seguía pensando que todo era para siempre… Mi amiga Erika me dijo que tenía un complejo de “novia poblana” es decir… que me acostaba con alguien y casi pedía anillo de compromiso… era muy gracioso porque en verdad era cierto.
Ese año me dejo muy marcado, conocí a Axel, el cual me enseño lo que era el masoquismo en el sexo, pero nunca en el amor, o en los sentimientos, lo cual me resultaba un poco difícil de entender en esa época, porque yo pensaba que el sexo era un equivalente del amor, pero no lo era así, lo difícil fue cuando tuve que reconocer que eran cosas diferentes, entonces nació un nuevo Jesús, el cual se volvió indiferente, frio, lo que muchos admiraban y perseguían, me sentía grande, poderoso, podía tener a quien yo quisiera, pero que idea tan equivocada tenia, pues ese año fue de sentirme así “especial”, pero que absurdo fue todo ese tiempo, en general me la pase así, hasta que me reencontré con Pablo, cuando nos vimos el sentimiento seguía así que decidimos intentarlo una vez más, pero la sorpresa fue que no funciono ya que se repitió la historia, ese día llovía mucho, yo regrese a mi casa empapado, pero no de la lluvia si no de mis lagrimas, quería salir corriendo, no tenía ganas de nada, no me podía dejar vencer, era una guerra que mi ego no me permitía perder, es decir ¿Cómo a Jesús le arrebataban a su novio?, cuando menos me di cuenta, ya conocía a Jonathan, el cual me brindo su ayuda, me escucho me apoyo y sobre todo (en ese tiempo me era honesto), cuál fue mi sorpresa que nos enamoramos, o yo sentía haberlo hecho, sabia como jugar con los sentimientos, decir las palabras correctas para conseguir lo que quería, entonces cree una pregunta ¿mi salvación o destrucción total? Para cuando me di cuenta ya era demasiado tarde ya está en su juego, ya era de él, entonces comenzó el verdadero juego… ¿Quién podía más, el amante o el novio? Y bueno la respuesta fue que el amante pudo hacer lo que muchos no pudieron, pero en ese proceso el amante se quedo sin nada, sin fuerza, sin valor, sin nada, hasta que se vio ya estaba en el fondo del pozo, no había salida, u al menos eso pensó, entonces tuvo que recurrir un poco aquella frialdad que saco de Axel, a recordar que no es lo mismo sexo que hacer el amor, y sobre todo que el control era uno no dos, el daño ya estaba hecho, el mal y veneno recorrían mi ser, pero aun quedaba una esperanza, fue cuando comprendí y entendí que ya sabía lo que era el masoquismo en la cama y en los sentimientos, por muchas razones lo entendí, cuando todo parecía ya perdido, apareció el “doc.” Y realizo un acto de fe y de creencia, dio su corazón para sanar el mío, realizo una “hemodiálisis” para sacar todo el veneno que estaba en mi, solo que las heridas aun siguen, pero son cicatrices de “guerra” como él las llama, lo genial de todo es que ahora somos novios, y no dudo que lleguemos a ser pareja un tanto dispareja pero lo seremos, el con su inocencia me podrá guiar hacia el camino de la confianza, y con mi estúpida experiencia le podre ayudar a evitar los males o mejor dicho a afrontarlos y también decirle que no todos son buenos, pero él me enseñara que no todos son malos.
Esta es una pequeña parte de mi vida… masoquista en el sexo y ahora también masoquista en el amor… tal vez eso es lo que quisiera quitar de mi vida… pero mientras tanto de ahí sacare las experiencias necesarias para defenderlo con cuerpo y alma…
Así es como una persona, se puede enamorar de su protector, de su apoyo, pero cuando existe la fusión de todas con el amor, pasa lo que estoy viviendo… que es una gran experiencia… y sobre todo un profundo amor…

No hay comentarios: