JeZúz...

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Mis muchas Caras...

sábado, 4 de julio de 2009

Una charla...




Una vez sentado en una banca de algún remoto parque, donde todos paseaban y corrían alejándose de la lluvia con rapidez, por no querer mojarse, una plática se comenzó a dar.
La charla fue la siguiente:




—Tengo el corazón herido, el hombre que yo amo se me va, lo estoy perdiendo, estoy sufriendo, llorando de impotencia, no puedo retenerlo—


A lo que contesto, mientras yo encendía otro cigarrillo no importando la lluvia:

— Mientras quede una esperanza, tienes que luchar por ese amor, si él es el hombre de tu vida, no te des nunca por vencido, QUE TODO VALE SI SE LUCHA POR AMOR—


Mientras la lluvia se intensificaba el resguardo de aquel árbol era suficiente, mientras que mis lágrimas se confundían con la lluvia, estas provocadas por una impotencia, pero cuál fue mi sorpresa al escuchar lo posterior:

— ¿Cómo puedo hacer? —
­*Entrega todo*
—Todo se lo di—
*Intenta un modo*
­­­—No es posible que se pueda querer más—
*Pensando así lo perderás*


Mientras esta disertación continuaba la lluvia se sosegaba, el rayo del sol empezaba a hacer estragos en mis ojos de dolor y mis lágrimas se derramaban, pero lo más quejoso fue lo siguiente:
— ¿Y si él se va? —
*Lo habrás perdido*
— ¿Qué me quedara? —
*Lo que has vivido*
— Tu consejo no me aleja del dolor—
Y sabiamente le contesto:
*SON COSAS DEL “AMOR”*

La inseguridad hiso acto de presencia, cuando con un tono de voz alterado, casi llegando al grito de desesperación, continúo:


—Yo no sé qué está pasando, ¿Será que habrá alguien más?, ya no es el mismo, su INDIFERENCIA, me la hace sentir por las noches, rechaza mi presencia.
*Tal vez has descuido la forma de buscarlo en el “amor”, quizás la casa, la RUTINA, se ha convertido en tu ENEMIGA, y está cobrando un alto precio por tu amor.


Dejo de llover, el sol había salido por completo, la gente volvía al parque como si no nada hubiese pasado. Nadie escucho nada, se incorporaron se abrazaron y caminaron, dejando en aquella banca muchas preguntas con las respuestas ya sobre la mesa, pero afligido el recuerdo de aquella platica aun persigue a una persona…





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